Parece contradictorio plantear que en 2016 decidiera poner en pausa mi formación como actriz para formarme en lengua de signos española (LSE) y comunidad sorda, con un inmenso sentimiento de urgencia.
Ahora no puedo definirme solo como actriz.
Mi yo profesional es:
50% actriz-cantante,
50% intérprete de lengua de signos y mediadora.
Tengo la suerte inmensa de haber encontrado mi plan A… y mi otro plan A.
Actualmente compagino mi actividad como actriz y traductora-intérprete teatral, con el trabajo en servicios de interpretación con personas sordas y sordociegas, así como con la investigación en neurolingüística en el ámbito de las lenguas de signos y las personas sordas.